Lab partner elan kane es en realidad una reina de la cbt
Kyle Chaos y Elan Kane están en la misma clase química. Kyle le pidió a Elan ser su compañero de laboratorio. Pensó que haría todo el trabajo. Lo que no sabe es que Elan está adoradamente loco por romper bolas. Viene a su casa para estudiar. Cuando se entera de que no va a ayudarla con su trabajo de laboratorio, decide engañarlo para dejar que le rompa las bolas. Elan es perfectamente seductor de una manera linda. Ella coacciona a Kyle perezoso para poner un par de patadas y rodillas al principio, todo con la esperanza de follarla. Elan se vuelve más loco mientras pasa la noche. Ella finalmente se emociona tanto que lo deja en el sofá con bolas dolorosas, saltando para conseguir algo de su coche. Elan vuelve de su coche y lleva un peluche sexy, redes de peces y tacones altos. Ahora está en una misión. Kyle piensa que está a punto de acostarse. No tiene idea de lo loco que su sexy pequeño socio químico asiático es sobre lastimar sus bolas. Se arrodilla y le da patadas unas cuantas veces, lo pone desnudo y comienza a lube arriba y le golpea la polla. Elan explica que le encanta patear bolas, pero lo que realmente le encanta es conseguir chicos justo al borde del orgasmo y luego parar. Eso es lo que llamamos una mala negación de esperma. Nada la hace más feliz que saber que un tipo que le gusta tiene bolas azules doloridas toda la noche. Después de esquivar a Kyle un par de veces e ignorar sus súplicas de semen, Elan se aleja. No tiene idea de que está a punto de mudarse a su apartamento y apoderarse de su vida. Ha pasado el tiempo y ahora el nuevo socio de química de Kyle se ha mudado con él. Es irresistiblemente linda y quiere follarla, pero no se niega que esté loca. Quiere masturbar a Kyle, pero no va a dejar que se cum, y va a patear y arrodillarlo en las bolas mientras se golpea. Ella es dulce como puede ser, arrastrándose en su polla, luego inmediatamente se vuelve loco-ojos sobre él y lastima sus bolas una y otra vez. Kyle ha pasado por tanto burlarse y balbucear con ella que él no sabe qué