Luchas fútiles – fiesta sorpresa para el amor gia – mesa atada – parte 2
Aún no tengo 50 años, pero redondeo y en vez de velas, adjunto 25 globos llenos de helio a cada pinza de trébol. Curvy Gia realmente comienza a gemir y látigo y esos látigos se convierten en intensos chillones mientras lloro las plantas de sus pies con una gruesa correa de cuero. Luego la escogí y la até en la cabeza de la mesa. Le clavé los labios engreídos antes de tomar un descanso para más tarta. Después de una pequeña rodaja, recojo donde me fui tirando sus dedos grandes a las abrazaderas de coño. Deberían haber sido apretados más, pero de la forma en que Gia está reaccionando, ella cree que son bastante ajustados. Gia debe mantener sus pies doblados hacia atrás para mantener un poco de hollín en la línea. Me paso y disfruto del sufrimiento de Gia ya que ahora tengo un poco de helado de día B.
