Sara es cruel; Sara abre la castidad para follar el inodoro
Este pobre bastardo ni siquiera sabía que era su día de suerte. Mientras estaba a salvo encerrado en su jaula, su maestro se detuvo para darle las buenas noticias. Fue su noche de citas. Sólo su cita no era la que él esperaba. Al final, era más una noche de limpieza que una noche de citas.