Grandes tetas chupadas por la máquina de ordeño
No puedes mirar las tetas gigantes de Milena y decir que Dios no es real. Esos nocautadores son un regalo, y ella lo comparte con todos al recibir leche para que todos vean. Si sólo ella compartiera algo de esa leche, también. Uno tiene sed después de un buen espectáculo.
